Ana tiene quince, niña se le vino un problemón, algo está creciendo, en su vientre hay algo en expansión. El culpable ya huyó, pobre ana sola se quedó,no le duele tanto eso... si no que lo niege el maricón. Ana no lo cuenta, ana llueve llanto en su colchón y hay que ser discreta, ropa suelta esconde la ocasión. Se siente morir, pobre ana no quiere vivir, si en casa la descubren, la corren, la azotan, la matan. Por cierto, en casa de ana, claro, nunca hubo comprensión. Lo que más lamenta ana es que nunca hubo educación, y en desesperación, la vida de ana se esfumaba, y todo porque aquel dia, el globito y la conciencia se quedaron en un cajón.
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